Modelo de atención integral
para niños, niñas y adolescentes
Uno de los cuatro objetivos sanitarios para la década es “Disminuir las desigualdades en salud”, pero para enfrentar este objetivo nos debemos plantear la interrogante ¿Dónde se origina la desigualdad?. Las desigualdades se originan desde la concepción de los niños y niñas, en relación con las condicionantes socioculturales que afectan el desarrollo integral de ellos. Como lo hemos comentado en clase, la infancia siempre ha sido foco de atención, en términos de disminuir los problemas de ese grupo de edad, centrando el impacto en indicadores biomédicos. Pero es imprescindible considerar otros aspectos que influyen en el desarrollo. En Chile se ha implementado el Sistema de protección social de la infancia “Chile crece contigo”. Dentro del cual, el sector salud está centrado en el Programa de apoyo al desarrollo biosicosocial, que profundizaremos más adelante, y en el cual se considera la vigilancia de factores de riesgo sicosocial, fortalecer los cuidados prenatales, fortalecer el control de salud, fortalecimiento de intervenciones específicas relacionadas con problemas de salud, fortalecimiento estrategias de desarrollo local considerando las determinantes sociales del desarrollo infantil.
Este modelo debe considerar como aspectos fundamentales, los siguientes:
1.- Enfoque biosicosocial
2.- continuidad en la atención
3.- Prestación de servicios integrados
4.- Resolutividad
5.- Responsabilidad compartida
6.- Participación social
7.- Promoción de la salud
8.- Interculturalidad
9.- Garantías explícitas de acceso, oportunidad y protección financiera
10.- Búsqueda impacto sanitario
11.- Enfoques de género
Las estrategias de intervención deben aplicar los conceptos de crecimiento y desarrollo.
Al organizar programas de atención del adolescente se debe considerar su triple dimensión bio-psico-social. Para llevar el concepto al plano operacional, es indispensable el trabajo multidisciplinario, transdisciplinario e intersectorial.Los problemas de salud del adolescente y del joven se interrelacionan: las conductas de riesgo se concentran en subgrupos más vulnerables. Como consecuencia, los sistemas de atención de adolescentes y jóvenes deben ofrecer atención integral y no segmentada en forma sub especializada; ello ofrece grandes ventajas en cuanto al rendimiento de las acciones, pues una intervención puede tener efectos en más de un problema (efecto "abanico"). Es necesaria la estructuración de una red deservicios que facilite la entrada al primer nivel (consultorios) y la referencia expedita a los niveles más complejos (centros ambulatorios de especialidades, hospitales) cuando proceda, así como la coordinación del equipo de salud con las instancias y mecanismos para llegar a la comunidad en que los adolescentes se encuentran. Finalmente, dado que se están desarrollando programas e iniciativas en salud integral del adolescente y joven, se presentan las características deseables en las cuales hay consenso entre los expertos:
- Acceso universal con cobertura efectiva y continuidad.
- Calidad técnica respaldada por normas validadas y facilitada por normas administrativas adecuadas.
- Organización funcional: disminución de barreras, horarios.
- Equipo multidisciplinario, entrenado, comprensivo y comprometido, que destaque un profesional responsable en forma individual.
- Nivel primario integrado a los niveles de referencia.
- Participación de los adolescentes y jóvenes.
- Énfasis en promoción y prevención.
- Credibilidad.
- Privacidad y confidencialidad.
- Identidad.
- Penetración en la comunidad.
- Coordinación intersectorial, especialmente con educación
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