martes, 29 de enero de 2008

Ojo con el sol

El 50% del daño solar ocurre antes de los 18 años y es precisamente el sol el principal responsable del cáncer de piel, que ha aumentado explosivamente en las últimas décadas.

El cáncer de piel es el más frecuente en el mundo y representa, en Estados Unidos, la mitad de todos los cánceres. Anualmente se describen en ese país un millón de casos nuevos y los estudios realizados demuestran que la incidencia del melanoma maligno y del cáncer de piel no melanoma aumenta cada año, lo que también ha sido corroborado en Chile. Los más afectados con esta enfermedad son los niños y jóvenes.

Sin embargo, los especialistas advierten que detección precoz de las lesiones cancerígenas en la piel prácticamente garantiza la curación.

Los factores que condicionan el aumento del cáncer de piel son el envejecimiento de la población; las modas que favorecen el bronceado y las actividades al aire libre tanto laborales como recreacionales y la mayor radiación ultravioleta secundaria al adelgazamiento de la capa de ozono.

Uno de cada cuatro casos de melanoma se presenta en menores de 40 años aunque la incidencia va aumentando con la edad. Las personas con piel blanca, ojos azules o grises, pelo rubio o pelirrojo y que tienen pecas son especialmente sensibles a la radiación social. También se han descrito factores genéticos asociados a estos tipos de cáncer. La exposición a la radiación ultravioleta (en solariums o al aire libre) se asocia directamente con una mayor frecuencia de cáncer de la piel. Lo mismo ocurre con las quemaduras solares intermitentes en la infancia y la adolescencia, la exposición a químicos como alquitranes, aceites industriales y arsénico y la inmunosupresión ya sea por tratamientos de trasplantes o quimioterapia o enfermedades que la producen.

La mejor prevención es la educación de la comunidad. Entre las medidas de cuidado individual están las siguientes:

· Evite la exposición solar entre las 11 y las 15 horas.

· Las superficies que reflejan la luz del sol (arena, agua, nieve, cementeo) aumentan el riesgo de quemadura solar.

· No confíe en los días nublados. Aunque no haga calor, un alto porcentaje de la radiación solar llega a la piel.

· Es recomendable usar sombrero, lentes de sol y ropa de algodón gruesa (camisa de manga larga y pantalón largo).

· Los niños menores de 2 años no deben ser expuestos al sol. No se recomienda el uso de protectores solares en niños menores de 6 meses.

· Utilice protectores solares con factor de protección solar (FPS) igual o superior a 15. Aplíquelo en todo el cuerpo 20 minutos antes de la primera exposición al sol y reaplíquelo cada 2 a 3 horas y después de mojarse. Utilice protección solar cada vez que esté al aire libre.

· No utilice fuentes artificiales de bronceado (solariums) ni aceleradores de bronceado (cremas y tabletas)

· Ciertos medicamentos aumentan la sensibilidad al sol. Consúltelo con su médico.

· Las personas que trabajan al aire libre están más expuestas al daño producido por el sol. Utilice fotoprotectores.

· Si un lunar o mancha aparece en la piel, cambia de color, de forma, presenta picazón, sangramiento o dolor, consulte al dermatólogo.


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