sábado, 16 de febrero de 2008

NORMA DE LA ATENCIÓN INTEGRAL DE SALUD DEL ADULTO MAYOR

El envejecimiento del ser humano es un proceso natural, que comienza antes del nacimiento y continúa durante todo el ciclo de vida. Sin embargo no todas las personas envejecen de la misma forma, la evidencia científica describe que la calidad de vida y la funcionalidad durante la vejez están directamente relacionadas con las oportunidades y privaciones que se han tenido durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta. Los estilos de vida, la exposición a factores de riesgo y las posibilidades de acceso a la promoción de la salud, prevención y recuperación de la enfermedad en el transcurso de la vida, constituyen aspectos importantes al momento de evaluar calidad de vida y funcionalidad del adulto mayor.

Cada día hay más personas con posibilidad de vivir un mayor número de años acompañados de enfermedad crónica o discapacidad, predisponiendo a una mayor posibilidad de limitación funcional y utilización de servicios sociales de salud. El desafío para la política de salud es, por lo tanto, adaptar el tipo y las características de la atención otorgada en los diversos niveles de salud para lograr un envejecimiento saludable, con mayor autonomía y menor discapacidad, teniendo en cuenta el perfil demográfico y epidemiológico de la población chilena, el enfoque de género, el aumento de la esperanza de vida y las condiciones socioeconómicas, urbano-rural y regionales.

Sobre la base de lo anterior se espera contar con una atención integral que abarque los aspectos bio-sico-sociales del adulto mayor, en el entendido de que el buen envejecimiento depende de la capacidad de mantener la autonomía. Se requiere hacer hincapié en la realización de ejercicios, una adecuada nutrición y la estimulación de la función cognitiva, en conjunto con una participación regular en actividades sociales y productivas a fin de reducir el aislamiento, factor de riesgo que afecta negativamente a la salud de las personas mayores. De este modo, se espera mantener la capacidad funcional, ya que ésta constituye el mejor indicador de bienestar y valor predictivo de discapacidad y muerte prematura.

En chile, en 1996 existe una Política Nacional explícita para el Adulto Mayor, la que ha planteado como su objetivo general “lograr una cambio cultural de toda la población sobre la valoración y trato hacia los adultos mayores, lo cual implica una percepción distinta acerca del envejecimiento y alcanzar mejores niveles de calidad de vida para todos los adultos mayores”. Dentro de este marco, se establece como objetivo específico para salud “mejorar y mantener las condiciones de autovalencia en los adultos mayores. Se propone incentivar acciones en las áreas de promoción, prevención y atención curativa especifica en las perspectivas de un envejecimiento activo”

SITUACIÓN DEL ADULTO MAYOR EN CHILE

Información socio-demográfica

A nivel mundial, este proceso de envejecimiento de la población continuará en las décadas venideras y dentro de las características más importantes destacan que en el año 2000, una de cada 10 personas era mayor de 60 años de edad, el 2050 una de cada cinco lo será; los adultos mayores siguen envejeciendo, el segmento de los mayores de 80 años presenta la mayor tasa de crecimiento; el 55% de los mayores de 60 años son mujeres y en los mayores de 80 años de edad esta proporción es de 65%; el envejecimiento en los países en desarrollo es más rápido que en los países desarrollados; la expectativa de vida después de los 60 años continúa aumentando.

Una tendencia mundial a la cual nuestro país no esta ajeno, ya que según el censo de (2002), el 11,4% de la población chilena corresponde a Adultos mayores, y se estima que para el año 2025 el 18% tendrá 60 años o más. La expectativa de vida por su parte se ha incrementado considerablemente en el último siglo: en 1900 era de 47 años y actualmente es de 78 años, para ambos sexos, Marín, P., (2005). La organización de Naciones Unidas (ONU), considera que una nación envejecida es aquella cuya población de 60 y más supera el 7%, chile al cumplir con esta definición es catalogada por la dicha organización como una nación envejecida

Desde la década de los ‘90s Chile se inserta en el grupo de transición demográfica avanzada y la disminución del ritmo de crecimiento de la población ubica a Chile al empezar el siglo XXI, entre los cuatro países de menor crecimiento poblacional de América Latina (INE, 2002). Durante la segunda mitad del siglo XX, Chile alcanzó bajos niveles de fecundidad asociados a también baja mortalidad. La fecundidad ha sido el componente de mayor peso en la composición de la estructura de la población.

Por otro lado la expectativa de vida ha ido variando en el tiempo es así como en el quinquenio 1970-75 la expectativa de vida era de 64 años para ambos sexos, en 1980-85 ascendió a 71 años, con diferencias a favor de las mujeres, mientras que en 2000-2005 es de poco más de 78 años, siendo 75 para los hombres y 81 para las mujeres (OPS, 2005). En lo relativo a su distribución por sexo, mientras que en la población total el 50,7% de los Individuos son mujeres, en la población de adultos mayores ellas representan el 56,3%, esto debido una mayor expectativa de vida femenina. La expectativa de vida a los 60 años de edad estimada para el periodo 2000-2005 en Chile es de 19 años para los hombres y 23 años para las mujeres (INE 2002, OPS, 2005).

La distribución por grupos de edad a través de los censos, da cuenta del proceso gradual de envejecimiento. En el censo de 1970, los menores de 15 años representaban el 40% de la población y solo un 8% tenían 60 o más años. En las últimas 3 décadas esta situación ha cambiado y en el Censo de 2002 los menores de 15 años representaron un 26% de la población y los mayores de 60 años de edad un 11,4%. Se estima además, que el año 2034 el grupo de mayores de 60 años de edad será igual en proporción que los menores de 15 años (INE, 2000).


Epidemiología

Con el envejecimiento de la población cambian los tipos de enfermedades predominantes. Las afecciones isquémicas del corazón y las enfermedades cerebro-vasculares son las principales causas de defunción en el grupo de las personas de edad, seguidas por las neoplasias y las enfermedades respiratorias, principalmente la neumonía.

El proyecto SABE (estudio multicentrico sobre salud y bienestar social y envejecimiento en 7 ciudades principales de América Latina y el Caribe, 1998-2000), describe la prevalencia de enfermedades y problemas de salud, e la población adulta mayor.


DISTRIBUCIÓN DE LA MORBILIDAD SABE-CHILE

  • Depresión: 25%,
  • Mala visión de cerca: 43,5%,
  • Mala visión de Lejos: 32,1%,
  • EBOC: 12,6%
  • Diabetes: 13,4%,
  • Enfermedades Coronarias: 18.6%,
  • Artrosis y Artritis: 32%, Hipertensión Arterial: 52,3%,
  • Deterioro Cognitivo: 9%

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