jueves, 6 de marzo de 2008

Investigación en nuevas vías de administración de insulina



Esta línea de investigación se sigue desde hace tiempo; sin embargo, los resultados hasta el momento no son muy esperanzadores; en el caso de la insulina oral, por la rápida degradación de las enzimas digestivas, y en el caso de la nasal por la falta de reproductibilidad y efectos irritativos locales.

En cuanto a los estudios con insulina inhalada, los datos preliminares mostraron una buena reproductibilidad, con mejoría del control metabólico y una baja incidencia de hipoglucemias.


· Bomba de infusión continua de insulina (BICI)

Es un pequeño aparato (7 x 5 x 2 cm) que puede transportarse en el bolsillo, un cinturón, etc.

Este aparato se compone de un reservorio de insulina (acción rápida o ultrarrápida 100 U), un dispositivo electromecánico que hace avanzar el émbolo de la jeringa, un microprocesador en el que se programa el momento y la cantidad a administrar y un fino cáteter permanentemente conectado al tejido subcutáneo.

El catéter se inserta preferentemente en el abdomen; otro lugar idóneo es el glúteo. Limpiar la zona para minimizar el riesgo de infección y fijarlo a la piel (bien seca) con adhesivo oclusivo. Cambiar el cáteter cada 72 días.

Programación de la bomba

1. Basal: es una administración continua (40-50% de la dosis insulínica diaria, U/h), que permite fraccionar las 24 h con infusión diferente para cada intervalo horario según las necesidades individuales del paciente (día/noche, menor cantidad a primeras horas de la noche y mayor después, menor si ha realizado ejercicio físico prolongado, etc).

2. Bolo: en el momento anterior a la comida se decide la dosis (según la glucemia capilar obtenida de la forma habitual y la cantidad de alimento) y se pulsa el botón que suministra la insulina. Existen diferentes sistemas de alarma que avisan de cualquier alteración en su funcionamiento.

Ventajas de la bomba de insulina.

1. Es la forma de administración de insulina más parecida a la secreción fisiológica pancreática.

2. Posibilita el uso de ritmos insulínicos suplementarios.

3. Liberaliza los horarios de comidas y proporciona al paciente la percepción de mejora en su calidad de vida.

4. Motiva al paciente en relación con el control de la glucosa.

5. Disminuye el riesgo de hipoglucemias graves; sin embargo, aumenta el riesgo de cetoacidosis por interrupción en el suministro de insulina, especialmente al principio, cuando se es inexperto en el manejo (la cantidad de insulina en depósito es muy pequeña, aproximadamente 1 U/h). Es necesario llevar siempre insulina para administrar con jeringa o pen en una situación de apuro.

Indicaciones

Su uso está especialmente indicado en:

1. Pacientes que no consiguen un control aceptable con un tratamiento con múltiples dosis de insulina.

2. En hipoglucemias graves inadvertidas, repetidas, ante sensibilidad extrema a la insulina, en diabéticas gestantes, en las que se precisa un riguroso control glucémico, y siempre que sea el sistema elegido por un paciente motivado.

Requisitos

1. Capacidad de aprendizaje, aceptación de la dependencia continua de la bomba y solvencia económica (su adquisición corre por cuenta del paciente).

2. Un equipo cualificado con un programa de entrenamiento adecuado para el paciente (igual que con la terapia intensiva), a lo que hay que añadir un período de entrenamiento en el manejo de la bomba, cebado del sistema y carga de insulina en la jeringa que se incorpora a la bomba (capacidad de 3 ml).

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